Hacele frente a la fiaca

En días como estos, grises, fríos y bastante húmedos, está ideal para quedarse en la cama o tirarse en el sillón, haciendo la nada misma. Cuesta levantarse y, ni qué hablar, salir de la casa. Pero como difícilmente podamos detener el tiempo, pensamos que te vendrían bien estos consejitos para dejar la fiaca y meterle pilas.

¿Sabías que los días nublados y frescos son ideales para hacer actividades que requieren de concentración? Lo que pasa es que, aunque no lo creas, tu cerebro se encuentra más despierto y preparado para entrar en acción, entonces tu capacidad para memorizar y recordar se potencia.

Sin embargo, suele pasar que dejás el paraguas al lado de la puerta y te tirás en el sillón para mirar por la ventana. Mientras los otros se mojan y siguen sus actividades, vos te dejás llevar por este tentador estado llamado “fiaca”.

Se llama fiaca al desgano generalizado que te agarra, fundamentalmente, a la siesta. ¿Cómo vencerlo? Dicen los expertos que el agua es una gran aliada. Mantenerte hidratado es clave para estar despabilado. El agua ayuda a que tu corazón bombee mejor y que el oxígeno llegue más rápido al resto de tu cuerpo.

Una buena barrita de cereal es ideal para recargar energías. Si no tenés en tu casa, podés reemplazarla por galletitas de salvado o semillas. Las manzanas también son buenas en la tarea de mantenerte despierto y son muchos más naturales que el café.

La música también puede ayudarte a salir de estado “desconectado”. Si no se te ocurre qué escuchar, la radio siempre es una buena opción porque los locutores suelen ponerse a tono con el día gris y lo pintan con un poco más colorido.

Quedarte echado es lo peor que podés hacer si querés vencer la fiaca, porque tus músculos se acostumbran a la postura y se relajan. Lo más probable es que te duermas y que no le saques el jugo al día.

Por último, te recomendamos que trates de no acostumbrarte a dormir la siesta, porque una vez que la hiciste parte de tu rutina, va a ser difícil volver atrás. En caso de que sea “muy necesario”, nunca te pases de los 20 o 30 minutos. No te olvides de este consejo, a menos que quieras despertarte con la sensación de que no sabés “dónde estás, dónde vas y quién sos”.

Por: Luciana Taborda

Ministerio de Desarrollo Social y Promoción del Empleo